Pasa el tiempo y aún no te has dado cuenta que los pequeños detalles son los que más valen la pena. En días como estos siento que todo por tu parte es una mentira o simplemente dices mucho más de lo que demuestras. No haces nada para conseguir las cosas, te quedas con los brazos cruzados esperando a que llegue una solución. Puede que por ahora lo deje pasar o no me afecte tanto como debería, pero llegará un momento en que me canse y te diga: “Lo siento, has esperado mucho para cambiar y ya llegó mi límite”. Me duele decir esto, y no sabes cuanto. Tengo miedo a perderte o a que esto se acabe por una tontería como esta que se podría arreglar. De ahora en adelante no diré nada más, mis cartas ya están sobre la mesa. Ahora te toca a ti jugar o retirarte de la partida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario