Miro cada álbum de fotos que
recoge momentos inolvidables de mi vida. Muchas personas que allí aparecen han
dejado huella en el camino, otras aún lo siguen haciendo. Amigos que se han
convertido en conocidos, y conocidos que ahora son amigos. ¿Acaso tenemos fecha
de caducidad en la vida de otra persona? Al igual que entramos debemos salir cuando
no exista la necesidad de compartir nuestro “Yo” con el otro. Muy pocos son los
que permanecen para siempre. ¿Esos son los de verdad?, ¿amigos de verdad?,
¿pareja de verdad? No, simplemente son los que consiguen no desgastar y
mantener aquello que los une. Todos, sea una persona que tan sólo te saca una
sonrisa o tu madre que está contigo desde que naces, te enseñan lecciones que
son imposibles de aprender por ti mismo. Cierto que a veces duele decir “adiós”
a alguien, pero… ¿por qué no lo
cambiamos por “bienvenido” a esa otra persona que te espera en la siguiente parada? El
mundo gira, y nosotros con él. Sonríe por lo que fue, y más aún por lo que
será. La montaña rusa de la vida tiene bajadas y subidas, pero recuerda, tú
tienes el mando y decides en que dirección y sentido moverte cada día.
viernes, 15 de febrero de 2013
sábado, 9 de febrero de 2013
09/02/2013 "Enfrentarme a la realidad"
He dejado de creer en sueños, en
confiar en posibilidades. Ya no puedo depender del tiempo. No debo seguir
dejándome llevar, fluir, y continuar mezclándome con el resto. No, ya no.
Ahora tengo que tomar una dirección pero, ¿hacia dónde? Me he acostumbrado a
vivir la vida por los demás, sus sueños y sus inquietudes. A centrarme en ellos
y ayudarles olvidándome de mis propias prioridades. Llegó el momento en el que todos
avanzan firmes y decididos, cargados de seguridad y esperanza. ¿Y yo? Yo me encuentro
de cara con la realidad, con la presión, con la necesidad de buscar ese camino,
esa salida al final del túnel. Debo ser el protagonista. Comenzar a controlar
mis decisiones y a dirigir mi futuro, pero no encuentro ninguna respuesta
sólida, nada con lo que realmente aferrarme. Intento aclararme, buscar lo que
verdaderamente me hace feliz, lo que quiero, aunque sólo encuentro más
oscuridad y confusión. No queda tiempo para esperar. Tengo que actuar, mover
ficha, o me atrapará y seré preso de él. No me rendiré, y se que esto sólo
dependerá de mí. Todos tenemos algo claro… “El tiempo malgastado jamás será recuperado”.
domingo, 3 de febrero de 2013
03/02/2013 "Suspiros de amor"
Te miro, me miras, y recorremos
el infinito en un abrir y cerrar de ojos. Besos, quizás más de uno, y el
corazón se acelera hasta tal punto que nos quedamos sin aire. Caricias, esas en
las que sientes sus manos dibujarte el paraíso en la espalda. Tu cuello, el
punto débil que no entiende de hora ni lugar. Y así una larga lista de
comienzos, pero con el mismo final, suspiros de amor. Cada uno de ellos esconde
su propio significado: “No te has ido y ya te echo de menos”, “Eres increíble”,
“Gracias por hacerme feliz” En el instante en el que te separas de mí es cuando
las agujas del reloj empiezan a moverse, pero cada vez más lentas. Tanto tú
como yo lo único que queremos es que nuestros labios vuelvan a crear ese puzzle
perfecto, repetir una y otra vez aquello que jamás pasará de la misma manera. Existirán
miles de momentos así, aunque siempre quedará en la memoria la primera vez en
la que los sentimientos ganaron la partida a la razón. ¿Lo recuerdas? La palabra “nosotros” empezaba a
cobrar sentido. La felicidad hacía cada vez más grande la burbuja que habíamos
creado beso a beso. Aquel lugar lejos de
aquí, donde no existían los días iguales, y las únicas monedas eran las
sonrisas. Allí empezó todo rumbo a la eternidad.
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