Me gustabas, sí, pasado. Te culpo por dejar que esto muriera, por hacer que esto tan hermoso se convirtiera en nada. Te he mostrado como soy, de que forma te quería. ¿Tú que hacías? Esquivarme y hacerme daño. ¿Piensas que soy un peón en tu ridículo juego al que puedes usar y tirar cuando quieras? No. Pero, ¿Sabes qué? Ya no me importas. Dejaste de ser ese alguien especial hace tiempo, ese alguien por el cual no podía dormir, ese que me daba alas para seguir con firmeza, con fuerza, sin miedo, con ilusión. Pero ese alguien ya no existe simplemente porque ese sentimiento ya no significa nada para mí, se ha enfriado con una capa de hielo tal, que nunca se volverá a deshacer. Me siento un tonto por haber creído que esto funcionaría, por esperanzarme de una falsa, por no a ver visto la realidad y mentirme a mí mismo para justificar tus rechazos, tus desprecios. Solo te pido una cosa, desaparece, desaparece para siempre para no recordar lo estúpido que fuiste o en la forma inmadura en la que actuaste. Solo espero que nuestros caminos no se vuelvan a cruzar. Ya todo acabó. Ahora solo quiero estar con la gente que verdaderamente me quiere, vivir mi vida, vida a la que tú no volverás a formar parte de ella, aunque seas una huella en el pasado, solo eso, pasado. Y en un futuro encontraré a ese alguien que me haga especial, feliz y que me quiera, algo que tú no llegaste a darme.
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