Camina, paso a paso el niño raro
bajo la luz de las farolas. Hacia delante luz, si miro hacia atrás solo
oscuridad. Bajó mis pies van marcándose las huellas del sendero que llevo
siguiendo durante tanto tiempo. La brisa que golpea mi rostro impide que camine
con mayor velocidad y el nerviosismo de mi cuerpo me pide que vaya más
deprisa... todo a su tiempo... es curiosa la vida cuando todo sucede a su
debido momento.
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