¿Qué hacer cuando esos sentimientos que una vez dimos por olvidados vuelven a resurgir, con mas fuerza y con mas intensidad? Creí que ya no sentía nada por ti, que eras un vago recuerdo, que aún persistía, pero que ya casi estaba olvidado. Con el paso del tiempo me fui mentalizando que no te necesitaba, que no te quería. Aprendí a no echarte en falta. Esto me funcionaba hasta que llegó aquel día, el día señalado, el día que saldríamos con el instituto, un día para liberarme y distraerme. Mis esperanzas enseguida se desvanecieron, tú también asistirías y te volvería a ver. En ese momento no supe como reaccionar, no sabía si debía de estar feliz por verte de nuevo o triste por recordar como acabó todo, como desapareció la magia. Parece un capricho del destino que después de tanto tiempo evitándote, haciéndome a la idea de que jamás te volvería a ver, aparecieras. Esta vez sería más fuerte, no caería tan fácilmente ante ti. Al abrir los ojos esa mañana tuve las ideas claras, me prometí que no me acercaría a ti, te evitaría bajo cualquier precio. Al instante de verte supe que nunca podría cumplir mi promesa. En ese momento me derrumbe, no solo supe que te quería sino que te amaba más, tu sonrisa, tu mirada, todo fue un sufrimiento. Luchaba por parecer feliz, contento, pero en mi interior mi corazón sufría, se debatía en cada latido. Tantos recuerdos, tantas veces repitiéndome la misma frase para que enseguida se esfumara como la nada. Lo peor es que me haces vulnerable, débil, indefenso y me supera que ni siquiera quieras mi amistad y eso me mata. Querer a alguien y darte cuenta que no te quiere a su lado, que no te quiere en su vida. Y es que después de cinco meses no te he olvidado, pero espero que en un futuro pueda escapar de ti, inmunizarme de todo lo que tiene que ver contigo y poder empezar de nuevo.
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