Un nuevo año está a punto de comenzar. Dejamos de lado un capítulo más de nuestras vidas, un capítulo marcado de sentimientos y nuevas experiencias. Cierro los ojos y pienso en todos los momentos vividos. Al principio del año creía que sería igual que otro, que no encontraría a esa persona que me haría soñar o simplemente hacerme sonreír día tras día… pero llegó. Intenté esperar, buscar el momento apropiado para decírselo y así fue. Lo pase mal por ese “No, Te Quiero como una amiga”, pero me levanté y continué el camino. Sentía que todo estaba perdido y que no sería capaz de volver a sentir nada por nadie. A mediados de año conocí a una persona que hizo que volviera a ilusionarme por segunda vez. Tenía miedo, pero este en este caso los dos sentíamos lo mismo… aunque habían algunos obstáculos difícil de superar, por lo que de nuevo quedó en eso, “El tiempo decidirá por nosotros, pero Te Quiero”. Un pero que hasta no hace mucho tiempo no me dejaba avanzar y conocer a nuevas personas. Pero llegó él, esa persona que hizo que me olvidará de todo y que se ha ganado un lugar en mi corazón. Abro los ojos y solo deseo que esto que siento siga igual o mucho mejor porque simplemente así soy feliz.
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