Aquí sigo, echándote de menos
como nunca. Me protejo entre nuestros recuerdos, en tu sonrisa que se ha
convertido en mi vicio. Pienso en estas Navidades, nuestras navidades, una de
las muchas que pasaremos juntos. Sin duda empiezan siendo la mejor de mi vida
porque estás tú, y eres capaz de cambiar los problemas por risas, lágrimas por
besos o frío por abrazos. ¿Sabes? No te puedes llegar a imaginar lo feliz que
soy cuando te veo con ilusión. Aún sigo sin encontrar las palabras adecuadas
para describirte. Ha llegado un punto en el que las palabras siempre se quedan
cortas. Pienso en lo que nos queda por vivir, viajes, paseos, domingos en casa,
locuras. Como me dijiste: “Lo mas bonito de la vida es el amor, saber que
alguien te quiere y compartirlo todo con
él, es increíble”. Sólo quiero que llegue esos días en los que cada
mañana, al despertarme, te vea ahí. Será eterno. Nunca había tenido un futuro
tan claro. Recuerda, ya firmamos, la estrella fugaz siempre se acordará cariño. Lucharé, haré imposibles, me jugaré la vida si hace falta para que
vivas como te lo mereces, porque recuerda, te lo mereces todo por hacerme la
persona más feliz.
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